Óscar Domínguez, pintor canario, es destacado junto a Joan Miró y Salvador Dalí como una de las figuras clave que España aporta al surrealismo internacional. Su obra representa una versión única del surrealismo, donde la imagen se convierte en un vehículo para explorar otros espacios de la mente. Domínguez, conocido por su estilo visceral, imprevisible y visionario, inventó la técnica de la decalcomanía y creó objetos surrealistas y realidades oníricas. Su pintura, rica en color y metamorfosis, refleja su conexión con la naturaleza del norte de Tenerife, formando una obra que explora el juego de la imaginación y la libertad del espíritu.